20110610

Noticias locales

Limitado, como la energía veraniega,
como la edición iluminada.
Confinado en esta suerte de espera
sucia y nostálgica.

Siempre que salgo a pasear
me doy cuenta a los dos pasos
de que sin ti los caminos
no me tienen nada que mostrar.

Las calles se me antojan
mas llenas que nunca
de gente que se aleja
del ideal de humanidad.

Y la cuesta abajo que hay
a cinco minutos de mi casa
apunta hacia el mismo infierno.
Y yo me dejo llevar.

Esta vez, me siento y espero
el atropello.
Se ha declarado la guerra:
me has roto el espejo.

La suerte no me viene a visitar.
La llamo y me cuelga sin piedad.
Tanto saldo no comprende
el porqué de su inactividad.

Mando cien palomas a tu aldea
y todas mueren de un tiro.
Mi palabra no te llega,
¿cómo quieres que esté contigo?

Infiltro mil orquídeas
en tu corazón,
y tú mandas a tus genomas,
¿cómo quieres que sea tu amigo?

Esta vez, me siento y espero
el atropello,
Se ha declarado la guerra:
me has roto el espejo.

Esta vez, me tumbo y espero
el estallido,
Me has declarado la guerra,
me he desentendido.