Atardece y nos baña el naranja,
tú tan quieta, respirando, dormidita,
ignorante de la muerte de este día
tan perfecto.
Te miro y no puedo sonreír,
el paso del tiempo
nunca me preocupó tanto.
De pronto se pierde el color
y todo es oscuro,
renaces de tus sueños
y me das más calor,
más humedad, que empapa el suelo.
Lástima del tiempo.
Cuando salgas de esta habitación,
por siempre serás desgraciada,
y mañana no quedará nada.
Nadie comprenderá lo que pasó,
y saldrán mil interpretaciones
infectas de gente sin vida.
Pero tú, el Sol y yo,
sabremos, sin duda,
lo que ocurrió en esta habitación.
tú tan quieta, respirando, dormidita,
ignorante de la muerte de este día
tan perfecto.
Te miro y no puedo sonreír,
el paso del tiempo
nunca me preocupó tanto.
De pronto se pierde el color
y todo es oscuro,
renaces de tus sueños
y me das más calor,
más humedad, que empapa el suelo.
Lástima del tiempo.
Cuando salgas de esta habitación,
por siempre serás desgraciada,
y mañana no quedará nada.
Nadie comprenderá lo que pasó,
y saldrán mil interpretaciones
infectas de gente sin vida.
Pero tú, el Sol y yo,
sabremos, sin duda,
lo que ocurrió en esta habitación.