20110929

El entretenimiento sideral

Y, de pronto, un día,
te ves metido en una de esas tragedias
que te encuentras por la calle al pasear.

Amigo de la pre-creación,
me los ahogabas en el templo de la inocencia,
mil soles se apagaban.

No olvides jamás mis tiempos de imprudencia.
A algún lado tendrás que mirar
para tener un recuerdo digno de mí.

Y, de pronto, una mañana,
te ves metido hasta el cuello en trigo,
de ese que se parece a su pelo en verano,

de ese que, a veces, me da de comer,
pero que cada atardecer
me sigue haciendo daño.