20120809

Bud Spencer

Algunos escriben sobre dolor que nunca sienten
(no les puede doler tanto ser virgenes),
Transforman su insatisfacción sexual
en sonetos. Vaso de leche, paja y a la cama.



Otros dejan huecos



entre frases sin terminar



y así consiguen llamar



a lo que escriben poesías.



Espacios blancos dan profundidad.



Los más letrados se apoyan
en rimbombantes palabras,
usan lenguaje enreversado
mareando al lector,
y complaciendo al perdedor.

Con sus lenguas salpican veneno,
critican, levantan catedrales exlusivas
y se lamen y maldicen entre ellos.

Son, todos ellos, dignos
de una hostia de Bud Spencer.