20111008

El ataque del dragón

Ven conmigo a jugar, tengo pistolas de agua.
Vente, conmigo, tengo palas y un cubo,
y telarañas.

Huye de mí, estás a tiempo, tengo diecinueve.
Huye, estoy cargado de malas intenciones
como una maligna rana.

Ven, conmigo, amor, he pasado la veintena,
soy un tipo nuevo que juega a sentir,
soy un trozo melancólico de enfermedades
y si miras bien verás naranja y azul.

Y ahora soy un hombre desastrado,
tengo un cementerio lefado 
y una lista infame dentro de la caja
de un perfume barato.

Quisiera vivir un par de móviles atrás,
para así, al menos, poder leerte
de vez en cuando.

Vuelve, que he mejorado,
seguramente si me ves no me reconocerás,
verás a un tipo especial,
aunque tal vez solo sea una primera impresión.

Quizá, algún día, vuelva a ver tus ojos
sin que me esquiven.
No debí formatear aquel ordenador
por muy lento que fuese.

Vuelve, que esta vez escucharé más
y escupiré menos, y juntos
iremos a ver a ese tiburón
que vomita colores.